Un Lovemark es más que una marca, es una filosofía de negocios en la que cree fervientemente Kevin Roberts (CEO Mundial de Saatchi & Saatchi). Es cuando tu posicionamiento va más allá de la razón (top of mind), llega a la mente y a tu corazón, generando una conexión, un vínculo de afinidad tan grande, que logra que los consumidores tengan una lealtad incondicional hacia la marca. Esto permite que las grandes marcas sobrevivan en el tiempo.Todo lo anteriormente mencionado, habla de las exigencias que posee un público que requiere identificarse con una marca, no simplemente adquirirla.La relación de amor generado (vínculo emocional) fusiona a un producto, una marca y el público; y es lo que hace la diferencia, que se ve reflejada en las ventas.
Un Lovemark cumple con cinco características esenciales:
1. Ser una oportunidad para fortalecer la marca.
2. Generar una conexión entre las variables: compañía, gente y marca.
3. Infundir lealtad más allá de la razón.
4. Afectar a los consumidores, ser parte de ellos siempre y desde su origen (iniciación).
5. Ser el motor principal de la empresa, siendo el generador de ganancias más significativos.
El secreto pasa por utilizar misterio, sensualidad e intimidad. Con ellas se construye, mantiene y cuida una marca:
• El misterio, una marca debe siempre conservar algo oculto. Aquí se junta pasado, presente y futuro, sueños, mitos e iconos. A partir de esto el consumidor se siente atraído, intrigado y propenso a preguntarse diferentes variables con relación a su marca.
• La sensualidad hace referencia a los sentidos (vista, olfato, oído, gusto, tacto), es decir, que por medio del espectro que ofrece la publicidad, el público pueda percibirlo mediante todas estas variables.
• La intimidad la constituyen tres elementos: compromiso de la empresa con su público, Empatía entre ambos y Pasión que es el motor de la motivación de compra.
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